La moda y sus cosas

La moda siempre ha sido sinónimo de lujo y ello se ha mantenido desde hace siglos de la misma manera incluso cuando se habla de las civilizaciones más antiguas.

Este posiblemente se trata de un fenómeno que es complejo y que fundamentalmente está basado en el impulso de los seres humanos de dar respuesta tanto a una necesidad de goce estético y de “auto-expresión” personal, pero también al deseo de ser admirado y reconocido por parte de terceros, situación que inclusive ha llegado a imponerse en ámbitos como el deportivo, cosa que posiblemente no imaginábamos en otras épocas.

Durante las últimas décadas el consumo de lujo ha registrado crecimientos que son realmente espectaculares, y como prueba de ello basta con observar la evolución registrada por empresas como la marca de jóias Tous y así lo demuestra la consultora Interbrand quien se encarga de elaborar desde el año 2001 un ranking con las 100 marcas más valiosas del mundo.

Podríamos enumerar las razones con las que se pueden explicar el incremento del consumo de lujo ya que estas son variadas, y entre ellas destacan el continuo crecimiento de la prosperidad económica en los países desarrollados, el desarrollo de la clase media y de su nivel de ingresos.

También el aumento de la esperanza de vida de la población más adinerada, el crecimiento del porcentaje de personas con ingresos elevados, el progreso en cuanto al grado de información y conocimiento que los consumidores tienen sobre los productos y la mayor flexibilidad de los sistemas de pago.

Y la que más reciente se ha desarrollado es un extraordinario desarrollo económico de los denominados “países emergentes”, como China, Rusia, Brasil e India, donde los nuevos millonarios se han convertido en verdaderos “devoradores” de artículos de lujo tanto deportivos como de lujo asequible como los ofrecidos por la marca Tous.

Así mismo, en el transcurso de las dos últimas décadas aquellas marcas que tradicionalmente estaban dirigidas a esos consumidores más pudientes y elitistas se han dedicado a lanzar nuevas líneas de productos, marcas o extensiones de producto dirigidas a los consumidores de las clases medias, por lo que se ha producido la democratización del lujo o la aparición del nuevo lujo premisa sostenida por la marca Tous de joyas y accesorios.

No obstante, no es cosa sencilla determinar el valor concreto del mercado de lujo ya que el mismo no se encuentra claramente delimitado.

En cuanto a la moda y el deporte, está no se trata de una tendencia, sino del reflejo de un cambio de valores dentro de una sociedad que cada vez más ha apostado por aspectos como la salud, el reciclaje o la ecología.

Dicha realidad ha llevado a las marcas de artículos deportivos a no solo darle impulso a la necesaria y tradicional innovación técnica y de diseño, sino también a centrarse en una nueva forma de entender la estética deportiva: el athleisure o unión de lo atlético con el ocio.

Ante dicho escenario, las marcas de artículos y prendas deportivas comenzaron a modificarse, y en conjunto con la investigación y desarrollo de productos, le han puesto el acento a esas nuevas preferencias y necesidades que presentan los clientes. Pará lograrlo, han establecido diferencias entre para qué uso diseñan sus productos, sobre todo los tecnológicos, y para qué se utilizan en realidad.

Para ello las empresas se ocupan de analizar quién es su cliente y de esta manera pueden enfocar sus negocios no solo para el lanzamiento de ropa y de zapatos destinados a las prácticas deportivas, sino tomando en consideración la posibilidad y la rentabilidad de otros usos, ya que se ha tornado cada vez más habitual que, si bien han sido diseñados para gimnasios y competiciones, estos también se empleen para salir en otras actividades.

Esta modificación en los accesorios deportivos hacia artículos de moda encontró su origen en las mujeres que asistían a clases de yoga en Estados Unidos.

Quizás ahora esto nos parezca una locura, pero posiblemente no lo sea tanto, ya que la tendencia reside en acortar las diferencias entre los atuendos de hombres y mujeres, y muy pronto los tejanos fueron sustituidos por leggins en todos los colores haciendo frente a todas las combinaciones posibles. Ante ello, las capas resultan fundamentales, todo intercambiable y combinable.

En medio de semejante cambio, es que cada vez más personas quieren llevar una vida sana y cuidarse, siendo esta una actitud que lleva a las marcas de deporte a segmentar sus ventas. Otro aspecto positivo es el hecho de que se encuentre bien visto el hecho de mezclar valores de deporte y moda.

No obstante, el fabricante corre el riesgo de no saber gestionar dicha realidad, y se deja arrastrar perdiendo de vista el negocio a largo plazo, las raíces y el ADN de su marca y, en simultáneo el nexo con el consumidor, que finalmente es quien marca tendencia.

Así es como encontramos a Estados Unidos a la cabeza en lo que respecta a ropa deportiva, mientras que en Europa el ranking está liderado por Alemania, seguida por Francia, España, Italia y el Reino Unido.

En cuanto al athleisure, en Europa destacan Francia e Italia, y se alista para ello Japón, país al que acuden los equipos de diseño de grandes marcas y estas no solo se ocupan de impulsar la necesaria y tradicional innovación técnica y de diseño, sino que además están centradas en la nueva forma de entender la estética deportiva.

Centrados en unos nuevos valores

Como hemos podido notar, el deporte ha pasado a formar parte de la sociedad, y esto deben considerarlo todas las empresas del sector a fin de poder alinear sus negocios con los nuevos valores.

Otro aspecto que resulta importante y que debe tomarse en cuenta es que las distancias se han ido acortando, y ante ello el athleisure no solo es un formato para mujeres sino que la mezcla de deporte y moda se notará cada vez más en hombres que ocupan puestos de responsabilidad.

También las personas de mayor edad visten zapatillas de deporte lo que es una realidad palpable que se ha trasladado a todos los negocios. Considerando los valores de la nueva sociedad, nos hace pensar que esto no es tendencia, sino que se trata de un cambio.