Lo que debes saber sobre la hidratación en ciclismo

El proceso de hidratación probablemente es lo que debes tomar en cuenta durante la práctica de ciclismo, a continuación te contamos a modo general lo que debes saber sobre la hidratación para los practicantes de este genial deporte. 

Cuando comienzas el periodo de largas salidas en bicicleta, el ejercicio puede condenar tu cuerpo rápidamente a la deshidratación, provocando la aparición de problemas que pueden disminuir el rendimiento físico. Para lograr  mantenerse tras un intenso esfuerzo, como sucede en el ciclismo, es importante aportar nuestro organismo energía en hidratos de carbono e ingerir agua de calidad y en mucha cantidad. Una opción que debes tomar en cuenta es el consumo de agua potable, pues trae grandes beneficios que de forma directa afectan tu rendimiento sobre una bicicleta. 

El control de las variaciones de peso corporal, así como también el volumen y color de la orina antes y después del ejercicio, proporcionan un método eficaz para valorar la pérdida de líquido durante el ejercicio y la rehidratación necesaria durante la etapa de recuperación, pues por cada 0,5 kilos de pérdida de peso corporal se relaciona con 500cc de deshidratación. A su vez la emisión de un volumen escaso de orina de color amarillo intenso al finalizar la competencia, acompañado de una disminución del 2% de su peso corporal, es indicativo de que el deportista ha tomando menos agua de la necesaria. Para revertir estos procesos de deshidratación marcada, debes seguir estos tips generales de hidratación: 

  1. Antes del ejercicio: Rehidratarse unos 60 minutos de la actividad deportiva con una ingesta de  al menos 300 o 600 ml de agua con sales, y 30 a 50 gramos de hidratos de carbono en forma de polímeros o glucosa. Esta técnica de rehidratación permite incrementar la capacidad térmica del organismo, los deportistas que consumen líquido una hora antes tienen la sensación de que el esfuerzo realizado es menor. Si vas a participar en una competencia que dura menos de 1 hora pueden evitar esta hiperhidratación. 
  2. En el ejercicio: Beber antes de tener sensación de sed es la mejor opción. Consumir de forma regular pequeñas cantidades de líquidos de 100 a 150 cc cada 15 minutos, pueden compensar las pérdidas provocadas por la sudoración y mantienes un adecuado volumen sanguíneo. Actualmente es muy fácil simplificar la bebida por medio del consumo de bebidas comercializadas que tiene glucosa acompañada de sales minerales, vitaminas C y B, ideales para mantener tu cuerpo al máximo.
  3. Al finalizar el ejercicio: Cuando te bajas de la bicicleta comienza el entrenamiento silencioso que corresponde al proceso de recuperación, para esto se debe proseguir consumiendo líquidos al igual que los hidratos de carbono que se han perdido a lo largo de la competencia. Durante este periodo las primeras 10 horas son básicas, puesto que en ellas el músculo tiene mejor capacidad de asimilación de sustancias energéticas.