Los psicólogos se están acercando a la conclusión de que el deporte tiene muchos de los mismos efectos en los espectadores que la religión. Las similitudes entre el fandom deportivo y la religión organizada son sorprendentes. Considere el vocabulario asociado con ambos: fe, devoción, adoración, ritual, dedicación, sacrificio, compromiso, espíritu, oración, sufrimiento, festival y celebración. Puede parecer extraño, equiparar la religión con el entretenimiento deportivo, pero debe entenderse que antes de las comunicaciones masivas, las ceremonias religiosas eran una fuente de entretenimiento para la gente común que rara vez asistía a un teatro o viajaba a un evento deportivo. El deporte y la religión pueden clasificarse por separado, pero es difícil pasar por alto su intersección.
Varios académicos discuten el deporte en términos de «religión natural», «religión humanista» y «politeísmo primitivo», señalando que «los espectadores adoran a otros seres humanos, sus logros y los grupos a los que pertenecen». Y que los estadios y arenas deportivas se parecen a «catedrales donde los seguidores se reúnen para adorar a sus héroes y rezar por sus éxitos».
Si el ritual puede ser entretenido, entonces el entretenimiento, tal como se experimenta en un estadio deportivo, puede ser ritualista. Los fanáticos visten los colores del equipo y llevan sus banderas, íconos y mascotas. Luego hay cantos repetitivos de aliento del equipo, aplausos, abuchear al otro equipo, hacer la ola, etc. El canto de un himno en un evento deportivo probablemente tiene efectos psicológicos similares al canto de un himno en la iglesia.
Dado que el entretenimiento deportivo tiene similitudes obvias con los rituales religiosos, es razonable preguntar si la conexión entre los fanáticos y su deporte preferido tiene efectos psicológicos comparables a las experiencias religiosas, efectos que explican la religión como una adaptación humana en todo el mundo.
El deporte como sustituto de la religión
Como grupo, los fanáticos de los deportes son bastante religiosos, según una investigación. También es curioso que a medida que las tasas de asistencia religiosa han disminuido en las últimas décadas, el interés por el espectáculo deportivo se ha disparado. Además, la investigación ha desmentido varios estereotipos sobre los fanáticos del deporte que parecen incompatibles con la religiosidad. Los fanáticos no son vagos, ni son particularmente propensos a la violencia. Los fanáticos masculinos no tienen malos matrimonios.
Algunos académicos creen que los fanáticos están altamente comprometidos con sus estrellas y equipos favoritos de una manera que les da enfoque y significado a sus vidas diarias. Además, el espectáculo deportivo es una experiencia transformadora a través de la cual los fanáticos escapan de sus vidas monótonas, así como las experiencias religiosas ayudan a los fieles a trascender su existencia cotidiana.
Desde esa perspectiva, se piensa que la pintura de la cara, el teñido del cabello y los trajes distintivos satisfacen objetivos religiosos específicos, incluida la identificación con el equipo, escapar de las limitaciones y decepciones cotidianas, y establecer una comunidad de fanáticos. Hasta ahora, los aspectos transformadores del fandom están bastante cerca de los asociados con la religión.